Italia e Inglaterra protagonizaron un entretenido encuentro en el debut de ambos en el Mundial de Brasil. Los europeos no defraudaron en la calurosa ciudad de Manaos y, finalmente, los italianos se quedaron con el triunfo por 2-1.
Inglaterra comenzó el encuentro presionando sobre la salida de su rival, que intentaba manejar la pelota desde el inicio. Las primeras chances de peligro fueron para los dirigidos por Roy Hodgson: a los tres minutos, Raheem Sterling sacó un potente disparo de media distancia que pegó en la parte externa de la red, confundiendo a muchos de los presentes, que gritaron el gol. Poco después, Jordan Henderson probó al arco y se topó con la precisa reacción del arquero Sirigu.
El desarrollo del partido mostraba a un elenco italiano que, tal vez contrario a su historia, se hacía dueño de la pelota y tomaba las riendas del encuentro. Los ingleses, a partir de la movilidad de Welbeck y Sturridge, intentaban aprovechar espacios para llegar hasta el área con peligro.