Los problemas para el Tata Martino van en aumento y frente a los andaluces tendrá que improvisar una defensa ante los problemas físicos de Gerard Piqué y la baja por sanción de Jordi Alba.
Piqué estará cuatro semanas de baja por una fisura en la cadera, una lesión que se produce en el momento trascendente de la temporada, mientras que Alba está suspendido por acumulación de tarjetas amarillas.
Más por obligación que por devoción, Martino tirará de rotaciones en un partido a contrapie, en medio de la decisiva eliminatoria de cuartos de final de Champions ante el Atlético de Madrid, en el que los azulgrana necesitan marcar tras el 1-1 de la ida.
El del Betis es el típico partido trampa. Los béticos llegan en mal momento, colistas y sin confianza, pero el Bara no puede fiarse y el recuerdo de lo ocurrido hace siete temporadas abona esta tesis.
Llegaba entonces el Betis como decimoquinto en la clasificación, se adelantó el Bara pronto y en el último minuto, Sobis empató el partido. A los azulgrana se les empezó a escapar la Liga aquel día que acabó por tirar por tierra tras el empate cedido pocos partidos después tras un empate en casa ante el Espanyol.
El Barsa cambiará su fisonomía en defensa. Sin Piqué ni Alba dará entrada a Bartra y a Adriano; aunque Martino podría decidirse por darle descanso a Alves y poner en su lugar a Montoya.
En el centro del campo, Busquets e Iniesta parecen fijos. La acumulación de partidos de Xavi abona la posibilidad de que descanse, aunque para ello será preciso conocer el estado físico de Cesc Fbregas, quien arrastra algunos problemas físicos.