
La historia de desilusiones y fracasos desde su primera participación en Helsinki-1952 fue reescrita por Barrondo en las calles de la cosmopolita capital inglesa, con la humildad propia de su aldea Chiyuk en el departamento de Alta Verapaz (norte).
Esa página de gloria para Guatemala fue escrita la tarde del 4 de agosto a pocos metros del imponente Palacio de Buckingham, donde el 'héroe' Barrondo, luciendo una franela azul celeste y colgando una Cruz en su cuello, escoltó a 11 segundos al ganador de la prueba, el chino Chen Ding.
"Guatemala es un país que ha sufrido mucho pero que también ha soñado. En la carrera iban grandes estrellas, pero también un guatemalteco que ha trabajado por esta medalla", reconoció Barrondo.
El nuevo astro del deporte guatemalteco quería más en Londres, en su mira estaba el podio de los 50 km marcha, pero un giro del destino quiso que su aventura terminara, como la de su compatriota Jaime Quiyuch, con una expulsión.