La intención de la CDAG de ceder el control absoluto del estadio Mateo Flores a la empresa mexicana Cañedo Corp. por medio de un usufructo de 30 años, ha generado diversas reacciones, y aunque parte de la Asamblea del Deporte conoció el proyecto el pasado jueves, la aprobación no se concretó debido a que no se llegó al quórum necesario.
Después de más de 50 años que el llamado máximo escenario del deporte guatemalteco fue inaugurado, la CDAG recibió una oferta de la empresa Cañedo Corp., representada legalmente en Guatemala por Roberto González.
Dicha compañía pretende remodelar y administrar por los próximos 30 años el coloso de la zona 5, y según miembros del Comité Ejecutivo, la CDAG percibiría un tres por ciento sobre el ingreso bruto.
El jueves por la noche, la constructora nacional AICSA, presentó el proyecto ante algunos presidentes y representantes de Federaciones y Asociaciones nacionales, pero por no contar con el quórum necesario no se realizó la votación para aprobar la operación.
Rodolfo Gándara, representante y arquitecto de AICSA indicó que la compañía Cañedo Corp. los contactó hace más de un año para que realizaran los estudios para convertir el escenario en un estadio especial para futbol y espectáculos.
AICSA fue la firma que se encargó de la remodelación de las butacas del estadio Kaibil Balam de Huehuetenango, del equipo Xinabajul, y realizó los planos del frustrado proyecto denominado El Coliseo, que sería el estadio del club Comunicaciones, construcción que se realizaría en Amatitlán, pero que solo quedó en un sueño.
Asamblea extraordinaria
Para otorgar el usufructo del Mateo Flores a Cañedo Corp., se necesita convocar a una asamblea extraordinaria.
No hay fecha definida y según se conoció tras la Asamblea del jueves, varios dirigentes desean que se convoque a una licitación para que el proceso sea más transparente.
“Tomar la decisión no es fácil”Para Juan Carlos Marroquín, miembro del Comité Ejecutivo de la CDAG, el Estadio Nacional Mateo Flores necesita una remodelación y asegura que eso solo lo puede hacer una empresa privada, porque la Confederación no cuenta con el presupuesto y aseguró que la Asamblea del Deporte está en la facultad de decidir si se da en usufructo.
“Tenemos una única propuesta real y esa es la que evaluamos y la que estamos presentando”, comentó.
La CDAG invierte cada año en mantenimiento de esa instalación alrededor de Q4 millones, y según Marroquín, por renta para partidos y eventos, se perciben Q1.5 millones.
La empresa Cañedo Corp., ofrece un tres por ciento sobre los ingresos brutos, que representarían unos Q5 millones al año.
“Bajo esa premisa cualquier cosa que puedan ofrecer que sea mejor que lo que recibimos actualmente, es ganancia”, reconoció.
Marroquín confía en que la Asamblea acepte la propuesta, pues considera que eso ayudará al desarrollo deportivo del país, pero si solicita que se realice por medio de una licitación acatarán la determinación.
“Tomar una decisión así no es fácil”, señaló.